domingo, 27 de mayo de 2018


Difusionismo
El difusionismo es una corriente antropológica que considera un origen único para los rasgos culturales los cuales se extienden geográficamente, siendo adoptados por distintas sociedades. Los principales factores de esta teoría pertenecen a las escuelas alemanas y austríacas, esta corriente surge tras el interés despertado por el evolucionismo

“Cierto es que la difusión cultural es mucho más extensiva de lo que se creía hace incluso pocas décadas. Por ello, un cambio cultural no es nunca recepción pasiva sino asimilación activa en el sistema abierto de la cultura”. (Bertalanffy,1971,129 p)

Métodos de investigación del Difusionismo

El difusionismo se oponía a la idea de una evolución paralela y, en cambio, concurría en que la invención independiente de fenómenos culturales era un elemento infrecuente a lo largo de la historia de las culturas. Pese a la oposición que presentaba ante la evolución paralela, el difusionismo postulaba también la no indivisibilidad de la cultura; el mismo Tyler Morgan (representante del evolucionismo) contaba a la difusión entre los mecanismos que permitían la evolución sociocultural (Santana, s.f.).
Fue a inicios del siglo XX que se formuló el método histórico cultural, que destaca el préstamo de la historia de manera intercultural. Los difusionistas, que postulaban la existencia de Kulturkreise (es decir, focos culturales compuestos por rasgos), se enfocaban en reconstruir la trayectoria histórico-geográfica de los complejos culturales para identificar sus zonas de expansión. Respecto a los complejos culturales, se estableció que cuanto más cerca estén del centro cultural, más antiguos son (Restrepo, 2009). El origen de esta orientación metodológica se encuentra en Friedrich Ratzel, el fundador de la antropogeografía.

Aunque reniega de sus principales postulados, el difusionismo comparte un aspecto central con el evolucionismo: el uso sistemático del método comparativo. Como indica Harris (1979), difusionistas y evolucionistas tenían el mismo fin: conocer los orígenes de una cultura y las modificaciones que tuvo históricamente a través de una inspección de los pueblos contemporáneos.

Postulados del difusionismo.

El difusionismo es una reacción a las ideas evolucionistas de unilateralidad. Esta escuela se centró en la similitud de objetos pertenecientes a diferentes culturas y la difusión de estos objetos entre culturas. Así, un objeto se había inventado una sola vez en una sociedad en particular y a partir de allí se expandía a través de diferentes pueblos.

1.    En primer lugar, en oposición a la idea de que la evolución tiene una dirección evidente que se sucede por etapas especificas (salvajismobarbariecivilización), los difusionistas argumentan que el cambio histórico no sigue esta dirección evidente.

2.    El segundo postulado explica que la invención independiente y paralela no era la regla como lo suponían los evolucionistas. Para los difusionistas las invenciones de un artefacto, costumbre, institución o idea se da una vez en un grupo humano determinado, no se repite en los otros sino que éstos la toman prestada, se la apropian, del grupo que la inventó.

3.    El tercer postulado de los difusionistas consiste en que mientras más antiguo un invento más extendido geográficamente se encuentra y mientras menos es más reciente. Esto supone una tendencia del movimiento de los rasgos o elementos culturales, la cual se da desde un centro o núcleo hacia la periferia o las márgenes.

Así mismo la escuela británica propone que eran pocos los áreas de difusión a través de las cuales el resto de las culturas se originaron, basándose el trabajo de los investigadores en dos focos: Egipto y Mesopotamia. Se basó en demostrar que casi todos los rasgos socioculturales habían sido descubiertos una sola vez en Egipto, y a partir de ahí, fueron difundidos al resto del mundo


Criticas al difusionismo.
En general, cuanto más próximas están dos sociedades, mayores serán sus semejanzas culturales. Pero estas semejanzas no se pueden atribuir, sencillamente, a una tendencia automática a la difusión de rasgos. Es probable que sociedades próximas en el espacio ocupen ambientes similares; de ahí que sus semejanzas puedan deberse a la adaptación a condiciones parecidas. Existen, además, numerosos casos de sociedades en estrecho contacto durante cientos de años que mantienen estilos de vida radicalmente diferentes.
Una de las críticas al difusionismo la realizó Marvin Harris (1979) quien explica:
     Como recurso explicativo, el concepto de área cultural está prendido en los
     cuernos de un dilema: si da demasiada importancia al sustrato geográfico
     natural, incurre en una forma ingenua de determinismo geográfico; si se
     limita a constatar la simple contigüidad, la «causa» de cada agregado
     se presenta como totalmente caprichosa y la cuestión de los límites resulta
     imposible de superar. (p.324)

Escuelas del Difusionismo

Escuela Británica abre nuevos caminos a la disciplina y plantea la teoría de la difusión aduciendo que cada civilización es deudora de otras con las que haya tenido algún contacto, ya sea en el pasado o en el presente, con los grupos más cercanos o de cualquier parte del mundo. Esta escuela niega la capacidad inventiva independiente de los pueblos, por el contrario, cree que existen rasgos culturales con origen único y que son difundidos a través del contacto entre culturas. William J. Perry menciona a los egipcios como pioneros de la civilización (difusionismo pan-egipcio) es decir, el mundo sería u reflejo de lo que en el antiguo Egipto ocurrió culturalmente, lo cual no es aceptado.

Representantes de la escuela Británica
William Halse Rivers (Luton, 1864-Londres, 1922) Antropólogo británico. Especializado en el estudio de los hechos sociales, participó (1898) en una expedición al estrecho de Torres y efectuó algunas misiones entre los toda del S de la India y en Melanesia. Propuso un método de análisis del parentesco.
Sus obras son: Los toda (1906), Historia de la sociedad melanesia (1914) y Parentesco y organización social (1914).



Grafton Elliot Smith (1871-1937) anatomista y antropólogo australiano, conocido como un pionero en el uso de la anatomía comparada. Se formó en medicina en la Universidad de Sidney en Australia, y en la Universidad de Cambridge en Inglaterra. Su carrera profesional lo ubica como profesor de anatomía en la Escuela de Medicina de el Cairo (Egipto), donde llevó a cabo muchas expediciones antropológicas en el Valle del Nilo. A través de unos de sus alumnos, Raymond Dart fue que descubrió el primer australopiteco en 1925, continuando sus investigaciones y descubrimientos en Asia y África, donde crea su teorización sobre la importancia de evolución humana, y la forma en que está expande la cultura.



 Escuela Alemana de los círculos culturales según los representantes de esta escuela la cultura es un préstamo y no una invención o creación. El método que emplearon es el histórico cultural en el que se preocupa por refutar las fuentes, interpretar los hechos, y combinar los hechos los hechos comprobados e interpretados a través de la determinación de lo siguiente: tipos de cultura, distribución espacio temporal, y causas o leyes de su constitución y transformación.

Representantes de la escuela Alemana
Leo Frobenius (Berlín, 1873 - Biganzalo, 1938) Antropólogo y explorador alemán. Entre 1905 y 1934 exploró África en busca de la huella de antiguos contactos culturales; dedujo un origen cultural común para el África negra y Oceanía. Fue profesor en Frankfurt (1932) y director del Museo de Etnología (1934), aportó la noción de área culturaly creó la revista Paideuma. Sus obras más destacadas son Y África habló (1913) y Atlantis (1921-1928).
Profesor de Antropología en la Universidad de Francfort en 1925, fundó en esta ciudad los Archivos Africanos, que darían lugar al Instituto de Investigaciones para la Morfología de la Cultura. Entre sus numerosas obras cabe destacar La concepción del mundo de los pueblos primitivos (1898), El origen de la cultura(1898), Atlantis (doce volúmenes, 1921-28), De la etnología a la filosofía (1925), El destino de las civilizaciones (1931) e Historia de la cultura africana (1933).
“Frobenius sostuvo en sus estudios su concepto de la civilización como realidad autónoma que evoluciona según leyes propias y se manifiesta inicialmente en forma "intuitiva", como en el mundo de la infancia; luego bajo un aspecto "ideal", como en la adolescencia, y, por fin, de acuerdo con una forma práctica y mecánica, propia del mundo de la madurez, que desemboca en la ancianidad, equivalente a un regreso a lo inorgánico. De todas maneras, Frobenius insiste en la independencia que esta concepción orgánica revela respecto de un mero proceso biológico.” Recuperado dehttps://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/frobenius_leo.htm


“Frobenius empieza concretando su aportación personal en esta esfera, y recuerda que él ha sido el fundador de la "teoría científica de las culturas". Según él, el mundo moderno se caracteriza por el ensanchamiento del globo, pero esta expansión espacial, ahora concluida, debe completarse, y ello se debe realizar con un descubrimiento del mundo en cuanto a profundidad; este descubrimiento se apoyará sobre las nuevas disciplinas científicas: arqueología, prehistoria, historia primitiva, etnografía y etnología, por medio de las cuales el hombre descubre la verdadera razón de ser de los hechos y su realidad profunda y permanente.” Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/frobenius_leo.htm
El autor se esfuerza a continuación en determinar las constantes que caracterizan a las diferentes civilizaciones del globo; y opina que las civilizaciones se distinguen unas de otras a causa de las relaciones del hombre con la realidad (que él opone al hecho). Tras haber analizado dos civilizaciones que de forma evidente se definen por dos actitudes fundamentales frente a la realidad (la etíope, que es de tipo vegetal, y la hamítica, que es de tipo animal), Frobenius muestra la influencia ejercida sobre la mentalidad humana por los factores irracionales, tales como las constelaciones mitológicas y el simbolismo de los nombres.


Escuela Norteamericana “En los E.EUU. el difusionismo cobró gran importancia con el concepto de áreas culturales, que son regiones geográficas donde cierto número de sociedades comparten un conjunto común de rasgos, que a menudo se llamó “complejo cultural”. Se veía el origen de estas áreas en las innovaciones, y algunos antropólogos creían que su edad podía inferirse en función del grado de propagación. Solían definirse en relación con sus fuentes de subsistencia o por un complejo de rasgos comunes.”
En Europa se dio origen a la noción de círculos culturales (o Kulturkreise), complejos de rasgos culturales que han perdido su inicial unidad geográfica y se presentan dispersos por todo el mundo. Los difusionistas austriacos y alemanes defendían que había varios centros culturales y no sólo uno en el mundo antiguo.” Recuperado dehttp://eldifusionismo.blogspot.com/

Representantes de la escuela Norteamericana
Alfred Kroeber (Hoboken, 1876 - París, 1960) Antropólogo estadounidense. Tras estudiar Lengua y Literatura inglesa en la Columbia University de Nueva York, trabajo allí como ayudante (1897-1899) y asistió a los seminarios sobre Lingüística impartidos por Franz Boas, quien acababa de fundar el Departamento de Antropología en dicha universidad. Ello supuso el primer contacto de Alfred Kroeber con la disciplina, en la que se introdujo formalmente a través de la recopilación de cuentos populares de los esquimales.
En 1901 se convirtió en Doctor en Antropología (el primero concedido por la Columbia University y el segundo otorgado en Estados Unidos), con una tesis sobre el simbolismo de los motivos ornamentales de los indios arapahoes de Montana; ese mismo año, por encargo de Boas, fundó el Departamento de Antropología de la Universidad de California en Berkeley. A él se debe asimismo la creación de uno de los primeros museos etnológicos universitarios, que se instaló inicialmente en San Francisco y pasó luego a Berkeley.
Permaneció como profesor en Berkeley hasta su jubilación en 1947, ocupando luego diversos cargos como profesor visitante en las universidades de Columbia, Yale, Chicago, Brandeis y Harvard. Su fallecimiento en París se produjo cuando regresaba de Burg Wartenstein, en Austria, donde había presidido un encuentro internacional sobre el campo de aplicación de la antropología.
Sus trabajos etnográficos más importantes fueron los relativos a los indios californianos, cuyo estudio promovió de manera decisiva, publicando un monumental Manual de los indios de California (1925), con más de 1.000 páginas llenas de datos, muchos de ellos inéditos hasta entonces. Dos años antes había aparecido su libro más influyente, Antropología (1923), el primer libro de texto para la enseñanza de la antropología, del que Alfred Kroeber publicó una nueva edición revisada en 1948, con el título de Antropología: raza, lenguage, cultura, psicología, prehistoria.
Fueron también notables sus contribuciones a la arqueología, campo en el que su primer trabajo importante (1916) consistió en la seriación de los yacimientos próximos a Zuñi, Nuevo México, a partir de los hallazgos de restos de cerámica y utilizando un enfoque estadístico. Posteriormente, realizó estudios arqueológicos de mayor envergadura en México (1924, 1930) y en Perú (1925, 1926, 1942), resultado de los cuales fue, en especial, su obra La arqueología peruana en 1942(1944).
En el campo de la lingüística se interesó principalmente por las relaciones históricas entre las lenguas; sus investigaciones sobre las lenguas de los indios californianos, algunas de las cuales se iniciaron ya en 1900, constituyeron el tema de una obra póstuma titulada Informe sobre el dialecto yokuts (1963). Se ocupó de la naturaleza de la cultura como característica humana universal, preocupándose por la distribución de los rasgos culturales y tratando de identificar unidades culturales básicas para su estudio.
Otras de sus obras más destacadas son Configuraciones del desarrollo de la cultura(1945); La naturaleza de la cultura (1952), recopilación de ensayos ya publicados sobre temas como la teoría de la cultura, el parentesco o el psicoanálisis; y La cultura: un análisis crítico de conceptos y definiciones (1952), escrito en colaboración con Clyde Kluckhohn.



Clark Wissler (Wayne County, 1870 - Nueva York, 1947) Antropólogo estadounidense. A lo largo de su carrera profesional fue director de varias publicaciones antropológicas, profesor e investigador de las culturas de los indios americanos. Su interés por las bases geográficas y la distribución regional de la cultura le condujo a la formulación del concepto de área cultural que ha jugado un papel muy importante en la ordenación e interpretación de los datos etnológicos.
Se educó en la Universidad de Indiana, por la que se graduó en psicología en 1899. Después se trasladó a la Universidad de Columbia en Nueva York para realizar estudios complementarios en la materia. Finalizada su formación, en 1901 entró a formar parte del claustro de profesores como docente de psicología. Su pasión por la antropología llegó a partir de la influencia de Franz Boas, con quien coincidió en esta universidad.
Durante esta primera etapa, tuvo ocasión de colaborar con James McKeen Cattell, responsable del estudio sobre las diferencias individuales y tests mentales. Wissler recibió el encargo de evaluar los resultados de los experimentos de Cattell sobre la habilidad de los estudiantes a partir de distintas variables, como su tiempo de reacción, de movimiento y otros procesos simples tanto mentales como sensoriales. Los resultados del experimento no mostraron correlación significativa entre la preparación intelectual de los alumnos sometidos a las pruebas y los tests. A partir de entonces, Wissler reorganizó su cometido como investigador y en 1902 inició su vinculación con el Museo Americano de Historia Natural (Nueva York).
En 1903, como profesor de la Universidad de Columbia, cambió la enseñanza de psicología por la de antropología, donde permaneció hasta 1909, año en el que abandonó la tarea académica para dedicarse por completo a la conservación del Museo de Historia Natural, lugar donde trabajó hasta su jubilación. En 1924 retomó la docencia en la Universidad de Yale y, al igual que le ocurrió en Columbia, comenzó como profesor de psicología y fue después docente de antropología. En 1942 se retiró.
Wissler también desarrolló una prolífica faceta de escritor. Entre sus publicaciones más importantes destaca North American Indians of the Plains (1912), obra que refleja su principal foco de estudio y que le convirtió en una autoridad en el estudio de las tribus de Dakota y Blackfoot. También escribió más de doscientos artículos de carácter divulgativo y científico con extensas y detalladas descripciones de la cultura, los mitos, las organizaciones sociales, los valores éticos y otros elementos culturales relevantes, como la ceremonia religiosa de la 'danza del sol'. Otras publicaciones de interés son The American Indian (1917), un clásico de la etnología norteamericana, Man and the culture (1923), The Relation of Nature to Man in Aboriginal América (1926) o Indians of the United States (1940).
  

Particularismo histórico

 Es una escuela de pensamiento la cual hace una distinción analítica de las características de cada grupo social haciendo énfasis en la reconstrucción histórica cultural.
El particularismo histórico (terminó acuñado por Marvin Harris en 1968) es ampliamente considerado una de las principales corrientes en la antropología estadounidense. Fundado por Franz Boas, el particularismo histórico rechazó el modelo evolucionista de la cultura que había dominado hasta su aparición.

Argüía que cada sociedades una representación colectiva de su pasado histórico único. Boas rechazó el evolucionismo unilineal, la idea de que todas las sociedades siguen el mismo camino y han alcanzado su estudio propio de desarrollo del mismo modo que han podido hacerlo las demás. En su lugar, el particularismo histórico mostró que las diferentes sociedades pueden alcanzar el mismo grado de desarrollo por vías diversas.

Boas sugirió que la difusión, el comercio, entornos similares y hechos históricos coincidentes pueden crear rasgos culturales semejantes, Tres rasgos según Boas, se pueden emplear para explicar las tradiciones culturales: condiciones medioambientales, factores psicológicos y conexiones históricas; siendo esta última, la historia, el factor más importante, de ahí el nombre de la escuela. Esta escuela fue sin duda la primera propiamente estadounidense y Boas mismo podría ser considerado el antropólogo más influyente en la historia de los Estados Unidos

Lugares donde se llevaron a cabo las investigaciones

En el caso del particularismo histórico, Boas realizó sus investigaciones en Canadá durante más de 40 años con los indios Kwakiutl, este estudio le permitió consolidar sus postulados.


Métodos de investigación del Particularismo histórico

Franz Boas fue notablemente reaccionario ante los esquemas del evolucionismo y el difusionismo, criticando la tendencia especulativa de ambas corrientes. Se empeñó en lograr una infraestructura de investigación satisfactoria para la antropología. Durante sus primeras experiencias en el trabajo de campo, con los Kwakiutl, Boas sentó las bases sobre su aproximación a la investigación etnográfica. Este método etnográfico representó no sólo uno de los puntos fuertes del particularismo histórico como corriente de pensamiento antropológico, sino que también significó un avance determinante en la antropología, de una postura especulativa a una participante.

Boas defendió una visión histórica de la cultura, con la particularidad de que proponía la investigación de complejos culturales locales estableciendo comparaciones a partir de ellos, es decir, complementando los métodos histórico y comparativo (Santana, s.f.). Una de las mayores preocupaciones de Boas era la inevitabilidad de una perspectiva generalizada si el desarrollo de los métodos de investigación se veía sometido a la crítica científica. Defendía, por ejemplo, a la difusión como un fenómeno esporádico, mas no como un proceso generalizado.

Para evitar el inconveniente de la percepción subjetiva de los informes etnográficos, se hacía imperativo el registro extensivo de artefactos y textos en el lenguaje nativo. Por lo tanto, en el trabajo de Boas se destacan ciertas técnicas de investigación; por un lado, destaca el rol significativo que desempeñan la lingüística y la tradición oral (Restrepo, 2009); y por el otro, hace uso de la observación participante como base principal de sus experiencias en la investigación etnográfica, siendo ambos elementos pilares en el trabajo de campo del antropólogo.

Postulados del particularismo histórico

Se debe resaltar es uno que podemos denominar el postulado de la singularidad histórica de cada cultura. Cada cultura tiene una propia trayectoria y unas características únicas que deben ser comprendidas en sus propios términos. Esto no descarta que se puedan trazar semejanzas o influencias entre diferentes culturas, pero el interés del investigador debe centrarse en los procesos históricos particulares de cada una de ellas.
Otro postulado consiste en considerar que cada cultura es una totalidad, por lo que no se deben estudiar aspectos aislados sino que es necesario comprender cada cultura en particular teniendo presente que constituye una totalidad. Un aspecto o elemento cualquiera debe ser comprendido en relación con los otros elementos de la cultura a la que pertenece.

Un tercer postulado se refiere a establecer una distinción analítica entre la esfera de la cultura, la de la raza y la del lenguaje. Desde la perspectiva del particularismo histórico de Franz Boas, no existe una correspondencia entre raza, lengua y cultura en un grupo humano determinado. Este postulado significa que pueblos de una misma raza, tienen lenguajes y culturas distintas así como grupos humanos que hablen la misma lengua pueden pertenecer a razas o culturas distintas.

Así mismo se rechaza las generalizaciones y postula la necesidad de la observación directa, las culturas dependen del entorno, por tanto hay que estudiar cada detalle, cada costumbre, cada cambio en la sociedad a pequeña escala. No existen culturas superiores e inferiores, sino culturas diferentes rechazando a su vez el etnocentrismo occidental y su posición de supremacía frente al resto de culturas. El particularismo histórico hace referencia a que los datos recogidos en el estudio etnográfico, por el investigador, tengan la opinión del nativo perteneciente al grupo que se estudia, pero sin que la interpretación de los datos se vea influenciada por dicha opinión.

El relativismo cultural constituye otro de los postulados teóricos centrales del particularismo histórico. Desde el relativismo cultural se argumenta que no hay culturas superiores a otras sino que cada cultura es valorable sólo en sus propios términos. Esto cuestiona la premisa evolucionista de que las fases de evolución constituyen una escala de valoración donde la civilización europea ocupa la cúspidedel proceso evolutivo. (Restrepo, 2009).

Representantes del particularismo histórico

Franz Boas 1858-1942 antropólogo  estadounidense de origen alemán, profesor de antropología en la Universidad de New York. Estudió física, después matemáticas y acabó con geografía. Boas dice que el conocimiento obtenido únicamente por la observación es inútil sin comprender las tradiciones que le condicionan.

Fue el fundador del moderno trabajo de campo en América. En 1910 Boas ayudó a establecer la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas en México. Tuvo influencia en la introducción de nuevos métodos estatigráficos de excavación.
Publicó el que puede ser el libro más famoso The Mind of Primitive ( La mente del primitivo), en 1911 en un esfuerzo para ayudar a aclarar la relación, o falta de ella, entre la cultura y los tipos físicos humanos. Su enfoque revolucionario a la lengua en el estudio de la cultura fue seminal en la creación del terreno de la lingüística comparativa. 

Su análisis concluye que la variedad de las culturas, encontrada en asociación con cualquier raza, es tan amplia como para probar que no existe ninguna relación entre raza y cultura, también concluyó que la variación de fenotipos dentro de una raza hace imposible hablar de razas inferiores o superiores.    

En un artículo en 1932 afirmó que la diferencia entre las poblaciones es independiente de las características raciales mientras que es una función de diferencias culturales, la fecha de ese artículo es importante, y también lo es el hecho de que fue publicado en alemán justo un año antes del dominio de Hitler en Alemania.

Boas publicó su ataque al método comparativo en 1896 ese artículo, "Las limitaciones del método comparativo de la antropología" fue la primera expresión de relativismo cultural. De acuerdo con los principios del relativismo cultural, todas las culturas son iguales y comparables; no hay culturas inferiores o superiores, por lo tanto es imposible ordenar las culturas en un esquema evolutivo.


Críticas al Particularismo histórico 


Se ha argumentado en contra del particularismo histórico que es antiteorético, dado que no pretende hallar teorías universales que sean aplicables a todas las culturas del mundo. Boas creía que las teorías emergerían espontáneamente.
Se le ha cuestionado su excesivo énfasis en la dimensión subjetiva de la cultura, lo que para algunos ha significado una especie de culturalismo. También se le ha cuestionado su empirismo, que ha significado en la práctica una renuncia a la producción de conceptualizaciones de carácter más genera.l
Así mismo las numerosas inestabilidades producidas por la falta de rigurosidad del método, trajeron, por parte de Franz Boas y sus discípulos, una nueva teoría, más tarde llamada por Marvin Harris particularismo histórico, que afirma que “cada grupo cultural tiene su propia historia única. Según Marvin Harris, quitar a la ciencia de toda posibilidad de reflexionar es privarle de su propia sangre. Y, en esencia, eso es lo que el programa boasiano trataba de conseguir.




Referencias Bibliográficas
Bertalanffy,(1971),Las culturas en cuanto sistemas: Spengler y más allá de SpengIer

Enrique Cerrillo Martín de Cáceres.  Difusión como contacto cultural en arqueología.
Paul Bohannan y Mark Glazer. Antropología Lecturas. Segunda edición. McGraw-Hill. España

Harris, M. (1979). El Desarrollo de la Teoría Antropológica. Historia de las Teorías de la Cultura. Madrid, España. Siglo Veintiuno Editores.

Restrepo, E. (2009). Escuelas de Pensamiento Antropológico 1: Clásicos. Quibdó, Colombia. Fundación Universitaria Claretiana.

Santana, Agustín. (s.f.). Los Métodos de la Antropología. Islas Canarias, España. Universidad de la Laguna.